«En el segundo absidiolo de la parte de la Epístola de la iglesia catedralicia de la Seu d’Urgell, detrás del retablo barroco, se encuentra una curiosa pintura mural, que es muy difícil poder ver en su totalidad.»
Josep Gudiol i Cunill, Els Primitius. I, Barcelona, 1927.
La capilla
La capilla de la Seu d’Urgell, edificada en el siglo XII, es uno de los edificios más monumentales y espectaculares del llamado «románico pleno» en Cataluña. Su aspecto robusto y sólido, responde a la funciones defensivas propias de la seo. Tiene una planta de tres naves y un gran transepto al que se abren el ábside principal y cuatro pequeños adsidiolos. El del extremo meridional fue dedicado desde mediados del siglo XIII a santa Catalina, y decorado con el imponente ciclo pictórico dedicado a la santa mártir de Alejandría.
Más adelante, la advocación de la capilla cambió a santa Lucía, y en el siglo XVII se instaló un retablo barroco dedicado a la nueva titular, que durante más de dos siglos ocultó (y protegió) buena parte de las pinturas murales. En la década de 1920, en un contexto de creciente interés por el arte románico, el retablo se retiró y posteriormente, entre 1927 y 1933, el ciclo fue arrancado y vendido en tres fragmentos.